miércoles, 23 de junio de 2010

jueves, 10 de junio de 2010

CHAMBER



Jóvenes bogotanos están consumiendo un mortal trago
BOGOTÁ, mar. 19 (UPI) -- En alerta se encuentran las autoridades de salud al advertir que se está consumiendo un peligroso y mortal trago, conocido popularmente como Chamber.
Esta bebida combina gaseosa con alcohol puro, lo que ha incrementado los casos de intoxicación en la ciudad. Estamos hablando de una mezcla de gaseosa o a veces algún tipo de refresco en polvo que los mezclan con alcohol antiséptico, hacen una mezcla de estas sustancias y terminan tomándolo, dijo una toxicólogo.
Agregó que se lo beben como si fuera un coctel. Muchas veces por el afán de conseguir alcohol terminan comprando no alcohol antiséptico, sino alcohol industrial, que es metanol, lo que conlleva problemas severos para la salud, reveló a Caracol Radio Pilar Julieta Acosta, de la clínica del Hospital Santa Clara.
La peligrosa bebida artesanal esta siendo consumida de manera preocupante por la población juvenil, ante las prohibiciones de la venta de licor a menores y lo económico que resulta la elaboración. Como ya hay muchas más restricciones a la venta de licores a menores de edad, consuguen este alcohol, dijo la experta.
LATAM: Reporte







Consumo de 'chamberlain' preocupa a las autoridades
Es la mezcla de alcohol antiséptico con bebidas saborizantes.
Las autoridades distritales, en especial la Secretaría de Salud, están preocupadas por el consumo de una bebida conocida como chamberlain que se ha puesto de moda entre los menores de edad.
Chamberlain es la mezcla de alcohol antiséptico con bebidas saborizantes como el frutiño; la bebida se ha vuelto popular entre los jóvenes de 15 a 19 años, quienes la ingieren de esta forma para no ser detectados por sus familiares.
Las autoridades hicieron un llamado a los padres de familia para que estén atentos a este tipo de bebida, que a largo plazo puede causar ceguera repentina.
En las última horas, siete jóvenes de 15, 16, 17, 18 y 19 años fueron traslados de urgencias a un centro médico del municipio de Oicatá, luego de haber consumido la bebida..
La Secretaría de Salud alerta a las directivas de colegios para que estén atentos de este consumo, teniendo en cuenta que los jóvenes la llevan a las instituciones camufladas en termos.


Ojo con el Chamberlain

Martes 24 de Noviembre de 2009 20:26 | Author: Excelsio |
La Policía lanzó una alerta a padres de familia sobre el uso de sustancias no aptas para el consumo, por parte de jóvenes y adolescentes.
El llamado a los padres se hizo luego de que siete adolescentes, de Oicatá, resultaran intoxicados tras ingerir Chamberlain, una mezcla de alcohol antiséptico y refresco en polvo.

Los jóvenes con edades entre 15 y 19 años fueron encontrados tras ingerir el alcohol por la Policía y la Personería, tras lo cual fueron trasladados al Hospital San Rafael, siendo posteriormente dados de alta ya que no presentaron ninguna complicación.

La Policía informó que esta combinación produce los mismos efectos que el alcohol y es consumida especialmente en zonas marginales y comunas de las principales ciudades del país.

Coca Cola, leche, Frutiño y alcohol: una mezcla peligrosa

Anatomía de un coctel antiséptico
Por: Pompilio Peña / Medellín

El ‘frutiñazo’ y el ‘chamberlain’ son algunos de los nombres que jóvenes de Medellín le ponen a una bebida embriagante que hacen a base de alcohol antiséptico.


Jóvenes del nororiente de Medellín preparan el ‘frutiñazo’ mezclando media de alcohol antiséptico, agua y un sobre de Frutiño.
Para los habitantes de Aranjuez, un barrio alto al nororiente de Medellín, el descanso llega los viernes en la noche tras una dura jornada de trabajo. Como lo dicta un común denominador de la idiosincrasia colombiana, la mayoría sale a la calle o ingresa al establecimiento de rumba de su gusto. Mientras estos beben ron o aguardiente, cerveza o tequila, vino o whisky, hay otro grupo más pequeño que se las ha ingeniado para sobrellevar la noche sin mucha plata, con su propia música y su propio alcohol.
La gente que los ve pasar los considera una generación perdida. Ellos no se ven así. Son estudiantes de colegio y universitarios, padres, trabajadores, músicos, artistas y todos, según cuentan, tienen proyectos a futuro. Ellos prefieren la calle donde pueden tocar rock en sus guitarras y hablar cháchara.
Entre todos reúnen un par de billetes y monedas y elaboran una bebida muy mal vista en la sociedad, aunque los tenderos disponen los ingredientes sin vacilar cuando los muchachos le piden un chámber. Quien prepara este líquido es llamado por todos el ‘alquimista’.
“Este licor no sólo se prepara en Medellín. Yo, que he viajado por toda Colombia, he visto revolver alcohol antiséptico con jugo de fruta, cerveza, vino y hasta con chicha; en Bogotá, incluso, se le añade lecherita y café”, comenta Alexis Higuita, un joven de 28 años. Según él, el más simple de preparar es el frutiñazo: media de alcohol antiséptico, agua y un sobre de Frutiño, no importa el sabor, todo en un envase de dos litros. Costo: $3.000.
Para el experto en tribus urbanas, el sociólogo Juan Guillermo Molina, profesor de la Universidad de Antioquia, esta clase de hechos se debe a que los jóvenes no tienen conciencia del mal que se hacen y porque el chámber les cuenta poco. “La violencia, los problemas sociales y familiares también son una excusa, pues el alcohol, y añadamos también la marihuana y el perico, les permite, digámoslo de algún modo, separarse de ese mundo”, afirma.
Sexo, drogas y chamberlain
El chamberlain, por su sabor dulce, es el más aceptado. Ingredientes: alcohol, una bolsa de leche y una coca-cola litro y cuarto. Primero se vierte el alcohol y luego la Coca Cola a la que previamente hay que quitar el gas para que no corte la leche que viene en seguida. Costo: cinco mil pesos.
Por su parte, el farmacólogo, profesor de la U. de Antioquia, Sergio Parra, asegura que “el peligro reside en que los muchachos terminen consumiendo un metílico, alcohol muy peligroso que puede causar daños en órganos e intoxicación”.
Pero a Alexis Higuita no le preocupa eso. Según él siempre lee las indicaciones del alcohol antes de consumirlo. Más de diez personas se rotan el envase con chamberlain bajo el nocturno alumbrado público.
Para comprender un poco más el fenómeno del consumo de alcohol y otras sustancias en la ciudad, el año pasado la Universidad Pontificia Bolivariana llevó a cabo una investigación que arrojó un preocupante resultado. Según la profesora María Rodríguez, la edad promedio del inicio del consumo de licor entre los encuestados fue a los catorce años. De las 789 personas consultadas en 17 establecimientos de rumba de la ciudad, más del 95% de ellos afirmaron haber consumido alcohol alguna vez en su vida.
“Mucha gente nos critica. Lo que pasa es que en este país el que bebe whisky ve mal al que bebe aguardiente, en ese orden de percepción nosotros quedamos como lo peorcito, a lo que yo podría contraponer diciendo que los colombianos bebemos, para olvidar que somos unos borrachos”, concluye Alexis.
Hace un par de meses para acá llegó al barrio una nueva variedad, el yogurazo. Su nombre se debe al sabor a yogur. Los ingredientes son agua, una bolsa de leche, un Frutiño, media de alcohol antiséptico y una papeleta de leche en polvo.





Estudiantes de Barranquilla se
 emborrachan con peligroso coctel



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JORGE MARIO ERAZO - BARRANQUILLA (COLPRENSA) | 14 DE MAYO DE 2010

En su afán de conseguir licor de fácil acceso y a bajo costo, los jóvenes se exponen a intoxicaciones que pueden causarles graves daños a su salud. (Colprensa / Foto Jorge Mario Erazo).

Para evadir los controles de la venta de alcohol a menores de edad, un gran número de estudiantes de Barranquilla se está emborrachando con un peligroso coctel cuyo ingrediente principal es el alcohol antiséptico que expenden en las tiendas y droguerías. En su afán de conseguir licor de fácil acceso y a bajo costo, los jóvenes se exponen a intoxicaciones que pueden causarles graves daños a su salud.

Según el testimonio de adolescentes de un prestigioso colegio privado ubicado en las afueras de la capital del Atlántico, la nueva moda es comprar una botella de alcohol antiséptico de venta libre y mezclarlo con agua y un sobre de refresco instantáneo, en lo cual no se gastan ni cinco mil pesos. La ventaja para ellos es que ninguno de los elementos necesarios para hacer la bebida es restringido, de manera que los pueden comprar ellos mismos y a cualquier hora.

El coctel se llama ‘Chamberlain’ o ‘Chamber’, y es el más apetecido en las ‘chiquitecas’ de la ciudad. La mayoría de las veces lo consumen en reuniones ‘de estudio’ que programan para emborracharse.

Las edades de los adolescentes que tienen como costumbre embriagarse con esta peligrosa mezcla están entre los 14 y los 18 años.

“En las farmacias y en las tiendas nos conseguimos todo sin problemas, ya no es necesario rogarle al dueño de una licorería para que nos venda el trago o pasar por la pena de que nos pidan la cédula porque nosotros sabemos preparar nuestra propia bebida”, sostuvo Pedro*, quien ha preparado el coctel en varias ocasiones.

El toxicólogo Agustín Guerrero sostuvo que lo que están haciendo estos jóvenes es exponiéndose a un riesgo de muerte. “La mayoría de los que ingieren este tipo de bebidas no son conscientes del peligro mortal al que se están exponiendo. Las bebidas que se venden comercialmente tienen una concentración máxima de alcohol del 50%: el ron tiene un 45%, y el whisky y vodka el 50%, mientras que el antiséptico viene en una concentración que oscila entre el 80 y el 100%. Aunque se intenta reducir esta medida con el agua, el alcohol permanece en altas concentraciones y pueden producir fácilmente una intoxicación”.

Según el especialista, el consumo del ‘Chamberlain’ puede provocar estados de agitación, euforia, agresividad y somnolencia, incluso convulsiones, un estado coma y hasta la muerte.

Los mismos estudiantes dijeron que en ocasiones lo mezclan, además, con cerveza o whisky.





Crece uso de cócteles a base de alcohol antiséptico que intoxican y matan entre los adolescentes
Mezclan agua, refrescos en polvo, gaseosas y hasta leche condensada con alcohol de farmacia.
Mezclas denominadas 'chamberlain' o 'chámber', se están volviendo peligrosamente populares entre jóvenes que buscan evadir las restricciones de venta de licor a menores de edad.
"Las mezclas de este tipo no son nuevas, pero se han puesto de moda porque los adolescentes pueden comprar alcohol medicinal sin problema y, además, les resulta muy barato: una botella se consigue desde 2.000 pesos", dice Andrés Olaya, toxicólogo del Hospital Santa Clara de Bogotá.
Lo que la mayoría de estos jóvenes desconoce es el peligro al que se exponen con esta clase de bebidas, pues su consumo puede resultar mortal.
"Se cree que el alcohol de farmacia es menos nocivo que el industrial (metanol), pero se ignora que a diferencia de algunos tragos, cuya concentración de alcohol etílico oscila entre los 4 y los 47 grados, según el tipo de bebida, el antiséptico viene en una concentración superior al 90 por ciento", explica Camilo Uribe Granja, relator de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (Jife).
Por eso "un vaso de chámber puede equiparar a una botella de whisky. Y tres tragos de la mezcla pueden ser letales", asegura Olaya.
Según Uribe, la edad de los consumidores agrava el problema. Si el hígado es inmaduro, como el de los adolescentes, éste no alcanza a procesar todo el alcohol que recibe en estas bebidas, lo que hace que en la sangre se alcancen concentraciones superiores a los 300 miligramos por decilitro, cuando los niveles tolerables están por debajo de 40.
Estos pueden llevar rápidamente al afectado a niveles altos de embriaguez asociados, muchas veces, a estados de estupor, convulsiones, coma y paro respiratorio.
Si bien quienes superan una intoxicación aguda con chámber no sufren ceguera (lo que sí puede ocurrir al ingerir licor con metanol), pueden padecer secuelas neurológicas por la hipoxia padecida durante el paro respiratorio y daños definitivos en órganos como el riñón (falla renal). Esta semana autoridades de Bogotá lanzaron la voz de alerta por los casos cada vez más frecuentes de intoxicación por chámber.
En la temporada decembrina, el Santa Clara recibió tres casos semanales en promedio; este año esa institución ha atendido, como mínimo, dos casos a la semana. De enero a marzo el Hospital Infantil Universitario San José ha recibido a cuatro menores de edad por la misma causa, "tenían concentraciones superiores a los 250 miligramos por decilitro de alcohol en sangre", dice Uribe.
El uso de estas mezclas parece estar difundiéndose en el país
Uno de los casos más recientes ocurrió en Oicatá (Boyacá). En diciembre siete estudiantes, entre los 15 y los 19 años, fueron remitidos al Hospital San Rafael de Tunja bajo los efectos de esta bebida artesanal, y dos tenían signos de una grave intoxicación.
Héctor Zambrano, secretario de Salud de Bogotá, asegura que pese al creciente uso de estas mezclas, "los afectados sólo son conducidos a los hospitales en casos graves".
La toxicóloga María Francisca Olarte estima que el 30 por ciento de los cerca de 5.000 casos anuales de intoxicación en el país, involucra el uso de algún tipo de alcohol, muchas veces mezclado con sustancias psicoactivas.

OJO, OJO, OJO...
"Antes de intoxicarme había tomado chámber varias veces, porque me lo habían ofrecido. Sí sabe distinto que otros tragos que uno, por ejemplo, mezcla con gaseosa. Tenía idea de cómo se hacía y un día decidí prepararlo yo, más por curiosidad.
"Usé jugo de naranja, y de trago en trago me tomé como media botella. No sé qué hice mal, pero como a la media hora empecé a sentirme muy tomado y con un dolor de pecho muy fuerte, que después se me pasó al estómago.
"Pues me llevaron a urgencias. El médico dijo que el corazón me estaba latiendo rapidísimo, que estaba deshidratado y tenía una concentración muy alta de alcohol en la sangre. Pensé que ese día me iba a morir, pero a Dios gracias los toxicólogos me sacaron adelante. Me fue bien, porque en ese mismo sitio se había muerto hacía poco un indigente por una mezcla parecida.Cuentan que la compañera de él lo encontró inconsciente y lo llevó a urgencias, pero se murió ahí mismo".
JUAN PABLO B., 20 AÑOS, VENDEDOR AMBULANTE. BOGOTÁ.